miércoles, 29 de enero de 2014

Extractos imaginarios 1: Alucinaciones.



-Quiero volar con vos, vayámonos de viaje.
-Tengo miedo del frío, si se me enfría la nariz, no duermo-; respondí.

La verdad es que tenía miedo de mí, de mi absurdo. Y, sin embargo, pese a todo, volé a vos. De vez en cuando los viajes de una hora, son los viajes de las horas... Para cuando llegué era noche y hacía un calor de infierno.

Bajé, vos estabas justo ahí enfrente de la parada saludándome con los ojos, susurrando desde lejos que no era tanto el tiempo. Te abracé como siempre y todo el miedo desapareció.

Estábamos justo en la mitad; recorrimos la calle asfaltada pidiendo información respecto al sitio al cual nos íbamos a dirigir, descubriendo que sólo hasta  la madrugada podríamos partir.

Era aquel un mal puerto, repleto de humo, carros, escándalos, mal olor, y muchísimo calor; un lugar justo en el medio de la nada, en la esquina del todo... Así que tomamos la primera habitación con aire acondicionado que encontramos para descargar las maletas y el sudor. Recuerdo que tenía una gran vista a la estación de gas.

Vos te tiraste a la cama y yo me tiré con vos, sin mencionar una palabra. No paré de sonreír en ningún instante; entonces me miraste una vez más justo directo a los ojos y dijiste “¡sos tan hermosa!” besándome consecutivo a ello.

Si tuviera que hablar de primeras veces, diría que nunca antes me habían besado en esa forma, y que, esa primera vez que te vi y me besaste, me recorriste el alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario